Explicar qué es el Benchmarking no es algo tan complicado. Lo primero que hay que entender es que es una técnica enfocada a la mejora de productos, servicios, y/o procesos de tu empresa.
Está estrechamente ligado a la recopilación de información obtenida de una empresa líder en un producto, servicio, o proceso. Esa información la analizamos y aplicamos en nuestro negocio con el fin de mejorar la gestión empresarial.
El Benchmarking trata de estudiar las ventajas competitivas que tiene tu competencia directa dentro de un mercado e intentar implantarlas en tu empresa.
De este modo, puedes evaluar qué decisiones tomar para mejorar tus productos, o servicios, o procesos.
Realizar un benchmarking no significa hacer una copia exacta de las fortalezas de la competencia directa. Más bien se trata de adaptar dichas ventajas, o estrategias, o técnicas a tu empresa con el fin de mejorar tu competitividad.
En resumen, es observar que hacen los que están liderando un sector en específico con el objetivo de aprender de ellos, y aplicar técnicas similares en tu empresa. Con ello, conseguimos potenciar las áreas de mejora del negocio.
Índice
- Definición de benchmarking y sus objetivos
- Los tipos de benchmarking
- Cómo hacer un Benchmarking. Las etapas del benchmarking
- Ejemplos de benchmarking
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Definición de benchmarking y sus objetivos
Podríamos definir el Benchmarking como un proceso comparativo entre tu empresa y los líderes de un sector o producto.
Los objetivos fundamentales de esta estrategia son simples. En definitiva, se basan en compararse con los competidores más fuertes de nuestro sector comercial.
Se intenta lograr mejoras tratando de emular estrategias que estén centradas en el correcto posicionamiento de una marca o producto. En resumen, se tiene en cuenta dos cosas o aspectos: El nivel de calidad y la competitividad.
El nivel de calidad
Este aspecto hace referencia a un producto determinado. Es el valor que se crea sobre dicho producto, teniendo en cuenta el precio de venta, así como los costes indispensables de su fabricación.
Productividad
Por lo general, las empresas comparan la capacidad de producción con el coste que supone. Sin duda, esto es de gran utilidad para medir la eficiencia que tiene la empresa en sus procesos de productivos.
Los tipos de benchmarking
Dentro del benchmarking existen tres tipos que se denominan como el interno, el competitivo, y el funcional. Se diferencian en función de del proceso de estudio que se esté comparando.
Estos tipos de Benchmarking están conceptualizados según las áreas que se quieren mejorar dentro de un nicho. En definitiva, se persigue que una empresa sea más competitiva de lo que es.
- Interno: Se da en grandes empresas, que están estructuradas por varios departamentos. se requiere hacer una comparativa entre dichos departamentos para ver los rendimientos de cada uno. Por lo tanto, una vez identificado el mejor departamento, éste servirá de modelo a seguir para los demás.
- Competitivo: Este tipo de benchmarking se basa en comparar los productos, servicios, o procesos de trabajo de nuestra competencia, con los nuestros. Con esta comparativa, se intenta extraer los puntos fuertes de la competencia y aplicarlos en nuestra empresa. En conclusión, de los tres tipos, éste es el más complicado de realizar. Esto se debe a que hay ciertas limitaciones para saber con exactitud los procedimientos o estrategias que utilizan nuestros competidores.
- Funcional: Se busca una comparación entre un área de mejora de nuestra empresa, con otra empresa que es experta en dicha área. No obstante, puede ser una empresa que esté en otro sector diferente al nuestro. Lo que nos interesa son cosas concretas, de un área concreta.
Cómo hacer un Benchmarking. Las etapas del benchmarking
Por lo general, para realizar un benchmarking hay que seguir una serie de pasos o etapas que permitirán la funcionalidad o éxito del proceso en sí.
Las etapas son: planificación, recopilación de datos, análisis, acción y seguimiento. En esta imagen lo vemos con más claridad:
Seguidamente, vamos a ver con mayor detalle cada una de estas etapas.
Planificación
Tal como indica el propio nombre, su objetivo principal es la de planificar. Es decir, se lleva a cabo una preparación de las etapas que se van a desarrollar.
La planificación responde a tres preguntas: qué medimos, a quién medimos, y cómo lo hacemos.
- ¿Qué medir? Pues todo proceso de investigación tiene que tener una razón, y ésta debe estar relacionada con el aspecto de la empresa que buscamos mejorar.
- ¿A quién medir? Para responder este interrogante, se debe decidir qué tipo benchmarking vamos a realizar. ¿Haremos un benchmarking competitivo, interno o funcional? Con esto sabremos si la comparación será interna o externa.
- ¿Cómo hacerlo? Por lo general para realizar el proceso debemos contar con un equipo de trabajo que esté enfocado a los resultados que se esperan.
Recopilación de datos
La recolección de todos los datos es un paso clave la hora de obtener buenos resultados en nuestro plan de benchmarking. Para esto dependeremos de fuentes específicas como: interna, asociaciones profesionales o investigaciones propias.
Análisis
En esta etapa del análisis es donde compararemos los datos recopilados con los datos de nuestra empresa. Esto con el fin de identificar las áreas de oportunidades y proponer medidas de mejora.
Acción
Es uno últimos pasos para ejecutar el plan de acción dentro del proceso de investigación. Aquí es donde se deben ejecutar las medidas tomadas para mejorar los procesos de nuestra empresa.
Es decir, emular los aspectos positivos de los competidores para mejorarlos dentro de nuestros procesos organizativos.
Seguimiento y mejora
Es la última etapa del proceso y en él, el equipo de investigadores deberá realizar un informe que explique todas las sugerencias del análisis de comparación. El fin es el de ayudar a futuros procesos que permitan mejorar el posicionamiento de la empresa.
Ejemplos de benchmarking
Cuando la empresa de bebidas Coca-cola, sacó al mercado su nuevo producto llamado Coca-cola Zero, su gran competidor, Pepsi, tuvo que ponerse las pilas.
Pepsi hizo benchmarking externo a Coca-cola con el fin de poder sacar un producto con el que poder competir. Como resultado, Pepsi Nex fue, según encuestas realizadas, mejor refresco que el de Coca-cola Zero.
Otro ejemplo de benchmarking de éxito sería las cafeterías Starbucks. En este sector entraron a competir empresas tan potentes como McDonald’s. Fue entonces cuando Starbucks se dio cuenta que necesitaba mejorar su servicio.
Internamente detectaron que uno de sus puntos débiles era el tiempo que se tardaba en la preparación de los cafés.
Buscaron una empresa de referencia que fuera líder en eficiencia. Encontraron este referente en Toyota. En consecuencia, Starbucks preparó una estrategia de benchmarking y consiguieron aprender las formas de trabajo de los empleados de Toyota.
Implementaron estos conocimientos a los procesos de trabajo de Starbucks, y el resultado fue una mejora del 20% en el tiempo de preparación de los cafés. Por consiguiente, éste es un ejemplo más de la eficacia de una buena estrategia de benchmarking.
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